Todos los padres quieren hacer feliz a su hijo desde el momento en que nace. Esto es comprensible, pero es importante tener en cuenta la seguridad y el bienestar del bebé. Entonces, ¿a qué edad se puede dar un peluche a un bebé? Este artículo le da la respuesta.
Hay una muy buena razón por la que no puedes llevar un peluche o juguetes a la sala de maternidad. La seguridad del bebé sigue siendo la máxima prioridad. Sin embargo, un bebé puede tener un peluche nada más nacer, siempre que, por supuesto, el juguete no sea perjudicial para su salud y bienestar. Teniendo esto en cuenta, los padres deberán tomar ciertas precauciones. El peluche debe colocarse en un lugar que no moleste al bebé: a los pies de la cama, por ejemplo. Además, el juguete debe retirarse siempre de la cuna cuando el bebé esté durmiendo. Tu hijo se mueve mucho mientras duerme, por lo que el peluche puede hacerle sentir incómodo o desordenado.
Por supuesto, a veces es difícil encontrar un regalo para un niño. Puedes optar simplemente por un peluche suave que no sea demasiado voluminoso. A partir de los 4 meses, tu bebé empezará a acostumbrarse a estos objetos y los convertirá en su peluche.
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Cuando elijas un peluche para tu bebé, piensa sobre todo en su seguridad. No te dejes llevar demasiado por la estética. Es "sólo" un bebé, no importa si elige un conejo, un oso de peluche en lugar de una rana. En cambio, piensa en lo que va a hacer con él. Es un bebé, así que, por supuesto, lo morderá, lo abrazará, lo tendrá cerca... En este caso, elige un objeto ligero que sea fácil de sujetar. Y lo más importante, encuentra un regalo para el bebé que no asfixie a tu pequeño.
A partir de los 4 meses, los bebés empiezan a encariñarse con sus juguetes. Elegirá un favorito para hacer su peluche. Esto jugará un papel importante en los sentimientos de tu bebé. Le aportará una sensación de confort y seguridad. El peluche le recordará el olor de su madre y su hogar. El niño lo conservará hasta que crezca. Con la ayuda de sus padres, lo olvidará poco a poco. Esto suele ocurrir entre los 3 y los 6 años de edad.
Un peluche tranquiliza al niño cuando se siente solo o infeliz. A partir del octavo mes, el bebé toma conciencia de que es independiente y de que ya no está unido a su madre. Este es un momento de miedo para el pequeño y es cuando se apega a un peluche para tranquilizarse. Algunos niños atraviesan esta crisis bastante bien: no necesitan un objeto sentimental para consolarse.
El papel de un peluche es ayudar al bebé a superar esta etapa crucial de su desarrollo psicológico. Por lo tanto, no es obligatorio. Además, cuando el niño crezca, los padres tendrán que ayudarle a independizarse poco a poco de este juguete.
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